EL PLAN DE LOS MONTONES
Una de las decisiones más dolorosas es qué hacer con la ropa. Una buen a forma de decidirlo es usando el Plan ABC. Este procedimiento puede también ser utilizado para otras pertenencias. También se le ha llamado el Plan de lo Montones. Te darás cuenta del por qué conforme lo explicamos.
Recuerda, el objetivo es conservar lo que de verdad quieres y que te deshagas de lo que no quieres o no necesitas. Toma toda la ropa y ponla en la sala. ¿Queremos decir que pongas toda la ropa en medio de la sala? Sí, eso es exactamente lo que queremos decir. Considera pieza por pieza individualmente. Haz tres montones de ropa. Si quieres hablar sobre el recuerdo que alguno de los artículos te trae, díselo a la persona que te está ayudando, o llama por teléfono a alguien. Los montones deben ser hechos pensando en lo siguiente:
- Montón A: contiene las cosas que, seguro, quieres guardar.
- Montón B: contiene las cosas que, seguro, ya no quieres: lo deseas vender, regalar a algún familiar, o donar a alguna obra de caridad.
- Montón C: contiene las cosas sobre las que no te has decidido aún. Si tienes, aunque sea, una duda a qué montón debe de ir algo, ponlo en el montón C.
No es precios correr. Estamos empleando un plan claro que sabemos que funciona. AL estar en medio del cuarto, mirando la ropa, te darás cuenta de porqué este método es llamado el Plan de los Montones. A continuación, esto es lo que debes de hacer con los montones:
- Pon el montón A de nuevo en el armario, o en el ropero.
- Da el montón B a los individuos o grupos que has elegido.
- Guarda el montón C en bolsas o cajas y ponlo en le garaje o en el desván.
Después felicítate a ti mismo y da las gracias a tu amigo. Un mes más tarde, saca todas las cosas del montón C, que guardaste en bolsas y cajas, y pon todo en la sala de nuevo. Sigue el mimo procedimiento. Como siempre, ¡nunca lo hagas sólo! El montón A es para las cosas que quieres conservar. El montón B es la que ya no quieres. Todo lo demás irá otra vez, en cajas y bolsas, de regreso al ático o al garaje. Seguir este procedimiento te ayudará a lograr tu meta: conservar lo que quieres y deshacerte de lo demás. Si es necesario, haz todo de nuevo, tres meses más tarde. Acabarás en algún momento.