1.- Recuerda que el dolor causado por la pérdida de un ser querido con frecuencia dura varios años.
2.- Escucha cuando te cuentan la historia una y otra vez. Eso es parte del trabajo del duelo.
3.- Acepta lo que podría aparecer como una rabia y culpabilidad inapropiada. Tienen que echarlo fuera compartiéndolo.
4.- No les digas que no lloren. Muchas personas con esa actitud están diciendo: “Haces que me sienta a disgusto cuando lloras”. Llora con ellos.
5.- No te asustes cuando la persona actúa como que está loca, inmediatamente después de la muerte. Confórtalos y protégelos.
6.- Esfuérzate en que la familia vuelva a ponerse en contacto con las tradiciones religiosas de la niñez.
7.- No excluyas a los niños del duelo. Compártelo con ellos.
8.- Desanima a las personas dolientes de hacer importantes decisiones y cambios en sus vidas durante los primeros años.
Más sugerencias de una viuda.
1.- Enterrar a un esposo te lleva poco tiempo, entregárselo al pasado te lleva mucho más tiempo.
2.- El llorar no te devolverá a tu esposo a la vida Su respuesta fue: Por eso lloro porque no puedo devolverle a la vida. Pero necesito que alguien tome mis lágrimas. Llorar solo es como gritar en el desierto.
3.- Me dieron muchos consejos, y me ayudaron muy poco – consejos como: que me mantuviera ocupada; que conociera gente nueva; que empezara una vida nueva etc… Los encontré irritantes, porque los consejos hablan a mi cabeza, no a mi dolor; se desvían del sufrimiento que yo siento. Necesito palabras que tocan mi corazón; que reflejan el modo como me siento; que me hacen sentirme aliviada y entendida como: Qué sola y dolorida debes sentirte. Qué esfuerzo debes hacer simplemente para levantarte todas las mañanas.